miércoles, 30 de marzo de 2011

MOBY DICK

Acababa de secarme el pelo en el vestíbulo de la piscina, cuando oí desde las duchas la voz de la mujer que suele nadar en el mismo carril que yo. Estaba diciendo a otras mujeres que alguien era odiosa. Siempre es hablando, y la midad de las veces critica a alguien... Intenté comprender quien era su “victima” esta vez, y recibí una mala sorpresa: me reconocí en algunas de las criticas.
Normalmente yo salgo del agua mucho antes que ella y, cuando va al vestíbulo, yo ya me he ido. Ese día, pero, había llegado mas tardes y todos mis horarios habían sido retrasados sin que la mujer se dese cuenta, así que se sintió libre de tener un comicio sobre mi.
Apagado el secador oí que decía que una chica era odiosa. Odiosa, dijo mas veces y explicó porque: siempre estaba en el mismo carril que el suyo, también cuando no había nadie en el de al lado; salpicaba; nunca la dejaba pasar adelante, y peor, a su llegada, esta odiosa, en vez de cederle el paso, se iba otra vez; nunca hablaba con nadie y hacia siempre el mismo estilo. Siempre el mismo estilo, repitió mas veces, levantando la voz, reaccionando al hecho que algunas mujeres habían empezado a hablar entre ellas, probablemente cansadas por sus palabras. Todas estas razones me parecían inverosímiles, pero la ultima fue la confirmación de que estaba hablando de mi: yo solo nado a crawl.
Me fastidió que estuviese hablando mal de mi, mientras hasta hace unos  45 minutos, estaba hablando mal de otra persona conmigo, y al mismo tiempo me dolió. Si, me dolió, porque es una mujer jubilada, mas mayor que mi madre, que habla a la espalda de la gente, y además, contando a todos que soy maleducada, porque salpicar y impedir pasar a los mas rápido es mala educacion. Esto sobretodo me sorprendió mucho. La realidad es que yo siempre pongo mucha atención a los demás, sobretodo en la piscina, donde es muy fácil molestar. Me había golpeado propio en un aspecto que cuido mucho: la educación y el respecto hacia los demás, en primer lugar. Por ejemplo me quedo en este carril, con esta mujer que nada muy mal y es peligrosa, porque siempre, nadando, pega a alguien, solo porque en un carril son todos demasiado lentos y en los demás son tan rápidos que molestaría realmente creando colas. El único donde no molestaba era este, por los menos así pensaba yo, también porque no había recibido, hasta ese momento, ninguna señal de fastidio por esta mujer.
Fui a recoger mis cosas sin decir nada, sin reaccionar, porque estaba tan sorprendida que no podía hacer nada. En el mientras todas me miraban, dándose cuenta que yo, aun, estaba y que, probablemente, había escuchado todo.
En casa me desahogué con mi hermano. Estaba muy cabreada. Me había hecho pasar por maleducada delante de todas, contando varias mentiras. Además estaba arrepentida de no haber replicado a cada una de sus criticas.
Estoy siempre en ese carril porque es el mas adecuado a mi velocidad, pero, si el de al lado esta libre, me mudo, no es verdad que no lo hago, por la simple razón de que, como esta mujer nada muy mal y siempre riesgo que me de una ostia, si tengo mejores opciones las disfruto.
Dijo que salpico... pero si estamos en una piscina, como se puede nadar sin salpicar? Además yo soy muy tranquila, ligera, no puedo mover mucha agua... seguro menos que ella que está gorda y hace un montón de ruido cuando choca con los brazos el agua.
Otra mentira es que no la dejo pasar y que espero que llegue y voy otra vez. Si pasa que voy mas despacio que ella por supuesto que puede pasar. Y nunca pasa que me quedo esperándola solo para ponerme delante de ella. La verdad es que esto lo hace ella, ¡y no yo!
Tampoco es verdad que no hablo con nadie. Saludo a todos y, mientras descanso un rato, hablo con quien esta ahí. Lo que no hago es quedarme minutos y minutos hablando con todo el mundo. La verdad es que lo que le fastidia es que no me quedo a escucharla, cuando ella habla. Ella es una de esas personas que quieren estar al centro de la atención y que necesitan los demás, pero sin darles importancia. Quieren ser protagonistas de todo. Yo no puedo aguantar estas personas. Un par de veces intenté introducirme en una conversación suya, pero con su voz y su protagonismo me impidió de hablar, así que me cansé de darle mi atención. ¡¡¡Esto es lo que le fastidia!!!
Hablo un poquito con los demás y con ella intercambio las clásicas palabras de buena educación.  Si quiero charlar voy a una bar con mis amigos, no me pongo en el agua no muy caliente, sintiendo frío. Solo me quedo una hora en la piscina y me encanta nadar.
Y si, nado siempre con el mismo estilo, y ¿a ella que le importa? ¿Tengo que darle un certificado medico que explica porque lo hago? Me sube demasiado el latido del corazón y me canso muchicisimo con los otros estilos. ¿No se ha puesto a pensar que quizás hay una razón?
Había pensado decirle algo la siguiente vez, de manera educada, pero para hacerle entender que debería contar hasta 10 antes de hablar. Al final, cuando la encontré, ella no estaba muy tranquila y intentaba evitarme, y yo decidí fingir que no había pasado nada. La miré y me dio mucha pena. A su edad aun esta comportandose como una adolecente, buscando la atención de los demás y hablando siempre mal de alguien. Siempre juzga todos , creyendo ser la mejor. Una vez estaba hablando con un hombre, luego, en cuanto empezó a nadar otra vez, este hombre le dijo que nadaba muchisimo y ella se paró, apoyó los pies al suelo, se puso toda erecta con una sonrisa tonta de satisfacción en la cara y dijo “¡si, yo siempre!” Me habría gustado decirle “¡¡¡¡¡si, pero muy mal!!!!!”, porque la verdad es que es así. Tiene los brazos muy anchos y aun no he conseguido entender por cual dibujo animado ha “aprendido” a nadar. Ocupa un montón de espacio, mas de su midad del carril y, muchas veces, golpea la gente. Una vez vino mi hermano y dijo que ella salpica mucho mas que yo, porque esta gorda y pesada en los movimientos, así que ¡¡¡tenia razón yo!!! Y mi hermano fue golpeado 3 veces por ella. Al final de la hora estaba aterrorizado cada vez que la cruzaba, como si encontrara una ballena, como si encontrara a Moby dick.
Además la verdadera maleducada es ella. Cuando yo llego, ella ya está y casi siempre pasa que, mientras me arreglo las gafas de natación, ella llega al final del carril y me moja tirando pesadamente sus gordos brazos al agua. Una vez llego después de mi. Yo estaba a 3m del borde, cuando oí unos gritos. Me paré y me di cuenta de que era ella que me gritaba de pararme porque el agua estaba fría. Bueno, y ¿como es la historia? Yo tengo que pararme antes, ¿mientras ella esta libre de mojarme? ¿A mi no me molesta? ¿Yo no siento que el agua esta fría?
Ahora todo sigue como antes. Nos saludamos, intercambiamos unas palabras por educación y nadamos. Puede que siga hablando mal de mi, pero no me importa y yo sigo pensando lo mismo y escribiendo sobre ella en mi blog.

No hay comentarios: